Perdón, tenía que entregar la tesis el 26 de febrero
Tengo tiempo libre estos días y un hueco extraño donde antes había miedo y agustia.
Se acabó el paréntesis de mi vida que empezó con la nariz rota y un bombardeo (todo lo que está en ese paréntesis, se quedó ahí dentro, como aire muerto, como palabras que son navajas, como pasado).
Los días son calmados ahora. Empiezan con halbaz, café y una voz que desde mi cocina grita: kalá, kalá irlandita...luego todo son trámites, trámites, trámites...
Por supuesto, nunca es tan simple. Pase tres noches en el hospital.
Desde entonces mi energía dura de nueve a cuatro de la tarde
y no puedo con mis trecientas cincuenta mil tareas atrasadas.
PERO, pero, pero, estoy en esa parte de la telenovela en que
soy la mujer más feliz del mundo.
uiuiuiuiuiuiuiui
(claro y este blog será el más aburrido del mundo porque no sufro, ni tengo mal viajes y escribo con las patas).
Comentarios
Un beso en tus cachetes güeros.
Un abrazo desde España
D.Rodríguez. (david)