Tetro chino para platónicos II
Dejamos pasar esta
tarde con lluvia, como dejamos pasar tantas otras. Mientras las gotitas de agua
resbalan por mi ventana, pienso en todo lo que no escribo para no lastimar a
otros, en todo lo que no hago. Después, no me queda más que admitir que no hay
nada generoso en mis actos o en mi cobardía, es todo pura comodidad pequeño
burguesa y quizá, aunque eso todavía no lo tengo resuelto, que le he agarrado
gusto a comer pollo todos los días, toda la semana, todo el jodido año.
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